Vuelve el verano y cómo no, repetimos esta deliciosa tarta de mango con galletas Lotus.
Esta vez con una variante con la cual todavía quedó más deliciosa.
Con el descubrimiento de la pulpa de mango que he comprado en Portugal gracias a la recomendación de mi amiga virtual Pilar, conseguí una nata montada con un toque riquísimo y muy suave a la vez.
La tarta está realizada de la misma forma que la publicada con anterioridad; si quieres ver la receta pincha aquí.
La única diferencia es que he sustituido la leche condensada por 100 g de pulpa de mango y ha quedado muy buena.
Os animo a prepararla, ya que la puedes hacer con mucha antelación al tenerla congelada. Yo la saco unas cuatro o cinco horas antes de comer y riquísima. Eso sí, si queréis decorarla tendrá que ser una vez fuera del congelador, pero os aseguro que tampoco hace falta porque está deliciosa.
Las láminas de mango están cortadas con una mandolina.
Ánimo, que es muy sencilla.
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