Uno de los adornos más clásicos en Navidad son las coronas de adviento realizadas con ramas de pino y abeto colocadas en la entrada de la casa dando la bienvenida.
En mi casa, la verdad es que nunca las hemos puesto y sé que a mi madre no le han hecho gracia nunca. Eso sí, no suelen faltar ¡en su versión comestible!.
Esta ensalada la podéis presentar en forma de corona; yo esta vez opté por presentarla en una bandeja alargada, ya que el año pasado sí la presenté en una bandeja redonda con un centro de langostinos (creo recordar).
Mi hija pequeña tenía muchas ganas de una ensalada con salmón y nueces, y como yo soy muy enreda, le añadí bastantes más ingredientes y le coloqué cuatro mitades de espárragos sobre un poco de mahonesa simulando las cuatro velas.
Fácil!!!
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