Recordando sabores de mi infancia.
La cuajada es un postre que me encanta y ahora que he conseguido que todas las semanas me traigan la leche de oveja recién ordeñada para mi es un vicio.
Después de pasar unos días el mes pasado en mi ciudad natal y pedir de postre cuajada donde iba a comer, tenía muchas ganas de poder hacerla.
La mujer de un primo "Gema" que la hace riquísima quería cargarme de leche para traerme pero fue imposible con un viaje en avión.
Al final de casualidad y por medio de otra tía que sabe que me encanta la cuajada me dijo dónde podía conseguir la leche de oveja en mi localidad y por fin lo conseguí, cuajada casera todos los fines de semana en mi casa.
Esos sabores de la infancia que nunca llegas a olvidar son mágicos porque consiguen transportarte por décimas de segundos a otro lugar.
Vamos con la receta de la cuajada.
Ingredientes:
- Un litro de leche de oveja
- Unas gotas de cuajo
- opcional azúcar y/o miel para añadir.
Preparación:
En el Norte ya la leche viene preparada para hacerlas directamente pero yo al recibirla recién ordeñada la suelo cocer y cuando esté tibia es cuando la hago (no puede pasar de 38º). Hay quien en este paso le añade azúcar pero yo no suelo hacerlo.
Añadir dos gotas de cuajo en cada recipiente (yo suelo usar unos pequeños de barro); me salen ocho unidades, a continuación añadir la leche tibia en cada uno de ellos, remover ligeramente con una cuchara de madera y listo. Dejar que cuaje, tapar con film transparente y al frigorífico.
Se puede comer tal y como o puedes añadir azúcar o un poco de miel.
El cuajo lo podéis comprar en farmacias. Yo el cuajo lo añado con una jeringuilla y solo dos gotas. Hay quien añade tres o cuatro y queda más cuajada pero con dos es suficiente.
Para mí es un vicio.
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