Cumpleaños por partida doble de la peque de mi casa (aunque ya no es tan peque). Sábado con amigas y domingo con familia. El sábado, como también tenían cena juntas, no me quise complicar y les compré docena y media de donuts que decoré con unos ojitos comestibles y unas lenguas ácidas.
El donuts sigue siendo protagonista de peques y mayores en desayunos y meriendas, a mí me encantan.
Listos los donuts locos en su caja para llevárselos y devorarlos en su rinconcito de reuniones.
Una dulce y divertida merienda y lo más importante: se preparan en un periquete estos donuts locos para cumpleaños.
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