Rey Melchor.

Aunque aún queda mucho para este día tan mágico, estoy haciendo experimentos para ver que preparo ese día de postre.

Mi rey "león", una compañera dice que parece más un león que un rey, que le voy a hacer. 

Aunque parezca complicado no lo es.

 Yo tenía dos planchas de hojaldre, ésta primera redonda y refrigerada, la rellené de nocilla y la doblé, 

Le di con un cuchillo un poco de forma y corté tiras con cuidado para enrollarlas y simular la barba.

Con los recortes hice el bigote, nariz y ojos, aunque los ojos al final los cambié por otros con fondant, porque no me gustaba mucho como quedaban éstos.

 La corona luego la hice con otra masa que viene congelada y doblada, y de la misma forma corté con un cuchillo la forma de corona, la rellené de nocilla y puse otra parte encima.

Todo al horno, evidentemente el hojaldre sube, por lo que de vez en cuando lo abria, y con una cuchara de madera lo aplastaba un poco.

La corona está pintada con purpurina dorada comestible, pero es una pena que no se aprecia en las fotos.