Esta tarta fue casi sin pensar. Para mi ahijada hice dos bizcochos porque pensaba hacerle una tarta altísima, pero por distintas circunstancias, que no vienen al caso, tuve que hacerla solo con un bizcocho y quedó genial.
No sabía qué hacer con este otro bizcocho y decidí llevarlo al cumple de mi otra sobrina al día siguiente que hacía dos añitos.
La receta de la tarta es la misma que la del cubo playero de hace unos años; si queréis verla pincha aquí, lo único que esta vez realicé la buttercream a la que añadí dos cucharadas de pasta de piña colada que le dio un sabor buenísimo.
Como no sabía cómo adornarla, hice una nata montada a la que añadí un poco de gelatina neutra para darle más consistencia (consejo de mi amiga Mª Leo a la cual se lo agradezco de corazón), le añadí una pizca de colorante rosa y utilicé la boquilla 1 M de Wilton.
Es la primera vez que utilizo esta boquilla de esta forma y me encantó, me resultó bastante sencilla y la decoré en menos de cinco minutos. Tiene algún que otro fallito, pero para ser la primera vez, quedé bastante satisfecha.
Para la decoración de esta tarta sirve cualquier tipo de bizcocho porque tampoco tiene que aguantar el típico peso del fondant ni nada por el estilo.
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